En
cuanto al peso y la talla influyen los factores hereditarios (la constitución
de los padres), pero los ambientales (educación, alimentación, ejercicio,
autoestima) son aún más determinantes.
-
ALIMENTACIÓN
Por
la alimentación proporcionamos al organismo los alimentos necesarios para una
correcta nutrición, es decir, para que se realicen una serie de procesos
fisiológicos que utilizan y transforman las sustancias químicas contenidas en
los alimentos. El aparato digestivo comienza por desdoblar los alimentos en sus
componentes químicos gracias a los jugos digestivos. Las pequeñas moléculas de
nutrientes son absorbidas por la sangre y transformadas en la energía necesaria
para mantener los procesos vitales y las actividades diarias. También se
obtienen los materiales necesarios para formar nuevas células imprescindibles
para el crecimiento.
Los
efectos de una mala nutrición prolongada son tan nefastos que impiden la
evolución marcada genéticamente y el normal desarrollo del niño. Esta mala
nutrición puede darse por efecto o por exceso.
Algunos
efectos de la mala nutrición en estos períodos tienen como consecuencia el peso
y tamaño del cerebro inferiores a los normales además de obtener menos ADN, la
concentración de proteína en las neuronas es menor y la mielinización se
retrasa, las ramificaciones de dendritas es más baja, se realizan menos
conexiones neuronales y los bebés responden a la estimulación sensorial e forma
inferior a la normal. La evolución general de forma inferior a la normal. La
evolución general es más lenta y el crecimiento y la salud sufren deficiencias.
-
EDUCACIÓN Y AMBIENTE
En
los factores externos de educación y ambiente, con respecto a los desarrollos
intelectual, social, emocional, afectivo, creativo; se destacan otros que
también inciden en la evolución somática del niño.
Como
pueden ser la higiene y los cuidados sanitarios básicos seguidos por los
adultos responsables del niño, que además deben satisfacer sus necesidades de
sueño y reposo, actividad, alimentación. También deben encargarse de que se
realice un seguimiento preventivo por parte del médico, que se aplique el
calendario de vacunaciones y cuantos cuidados sean necesarios para garantizar
la salud física y emocional del niño.
La
exposición continuada a contaminación bacteriana o vírica puede ocasionar una
patología crónica que afecte al desarrollo somático normal, de igual modo
pueden incidir los procesos agudos de alergias que pueden provocar asma u otras
alteraciones que se dan con más frecuencia en los últimos años.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario